Mostrando artículos por etiqueta: CAMBIO CLIMÁTICO

 

La Asamblea Ciudadana para el Clima (ACC) ha presentado hoy al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, un documento que recoge el trabajo realizado durante los últimos 8 meses por los 100 ciudadanos y ciudadanas. Una representación de las personas participantes en la Asamblea ha sido la encargada de entregar las 172 recomendaciones, divididas por cada una de las 5 áreas de vida sobre las que se ha trabajado en estos meses. Además, también esta mañana, la Asamblea ha recibido el Premio Extraordinario de Medioambiente de acción por el clima y compromiso cívico que otorga el Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de la mano de Teresa Ribera.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, han recibido esta mañana a una representación de la Asamblea Ciudadana para el Clima, que ha acudido al Palacio de la Moncloa para hacer entrega de las recomendaciones en las que han estado trabajando los 100 ciudadanos y ciudadanas durante estos últimos 8 meses. Un grupo de portavoces ha entregado en nombre de la Asamblea las 172 propuestas, que ahora serán estudiadas por el Gobierno.

Durante el evento se ha reconocido la labor de estos ciudadanos y ciudadanas ante el desafío global que supone tomar medidas frente a la amenaza del cambio climático y ante la necesidad de actuar cuanto antes para tratar de frenar sus impactos.

Los representantes de la Asamblea han trasladado al presidente y a la vicepresidenta la necesidad de impulsar “un Pacto de Estado contra el cambio climático, para que la acción climática sea algo transversal y no dependa de un partido político o de un gobierno”.

Las recomendaciones están organizadas por objetivos y divididas en cinco áreas de vida y sociedad: consumo; alimentación y uso del suelo; trabajo; comunidad, salud y cuidados; y ecosistemas. Un portavoz de cada una de ellas ha expuesto las principales recomendaciones de cada área. Entre ellas se ha mencionado la necesidad de cambiar los modelos de producción de sectores como la alimentación, impulsar la dieta mediterránea, la urgencia de conservar y restaurar los principales ecosistemas existentes en nuestro país o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que provienen del transporte, así como la importancia de desarrollar un modelo de consumo acorde con los límites del planeta. “Esto es solo es un primer paso, el comienzo de algo que esperamos que tenga mucha repercusión y que llegue no solo al gobierno sino a toda la sociedad”, han señalado los representantes que han acudido al Palacio de la Moncloa.

Horas antes de la entrega de las recomendaciones, la Asamblea ha recibido, de la mano de la vicepresidenta Teresa Ribera, el Premio Extraordinario de Medioambiente de acción por el clima y compromiso cívico, que concede el Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Ribera ha puesto en valor el papel de la ciudadanía ante la emergencia climática y la capacidad de elaborar propuestas unánimes para lograr una España más justa y segura contra el cambio climático.

La entrega de las recomendaciones al Gobierno es la culminación de ocho meses de trabajo y deliberaciones, que concluyeron el 22 de mayo con la aprobación de las 172 propuestas. El trabajo de la Asamblea se ha estructurado en cinco sesiones de debate online y una presencial, que tuvo lugar en Madrid, atravesando tres fases: una primera de aprendizaje, una segunda de deliberación, y una tercera de elaboración de propuestas.

Fuente:asambleaciudadanadelcambioclimatico.es

Publicado en Extremadura

La Unión Europea ha dado a conocer las regiones elegidas para participar en la Misión de Adaptación al Cambio Climático, estando Extremadura entre las primeras seleccionadas con el objetivo de apoyar al menos a 150 regiones europeas para alcanzar la resiliencia climática en 2030.

Así, Extremadura pasará a formar parte de una comunidad práctica en materia de adaptación al cambio climático, que permitirá trabajar en red y compartir conocimiento y experiencia con otras comunidades de Europa.

Al acto ha asistido presencialmente Irene Palomino, representante de la Oficina de Extremadura en Bruselas, y -mediante videoconferencia- responsables de Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de la Junta de Extremadura.

En concreto, la Misión de Adaptación al Cambio climático tiene el objetivo de elaborar políticas relacionadas con la adaptación al cambio climático y plantea diferentes objetivos, como prepararse para la resiliencia climática dando apoyo a las regiones para que conozcan mejor sus impactos y estén más preparadas; acelerar la transformación hacia la resiliencia climática, con procesos de co-creación innovadores, elaboración de hojas de ruta y testeo de soluciones y por último implementar la transformación sistemática hacia la resiliencia climática en al menos 75 proyectos de demostración a gran escala.

Las misiones de la UE son una nueva forma de aportar soluciones concretas a algunos los de mayores desafíos de nuestra sociedad, siendo una novedad del programa de investigación e innovación ‘Horizon Europe’. Este programa proporcionará un fondo inicial de 368,3 millones de euros en el periodo 2021-2023 para apoyar en el cumplimiento de la Misión de Adaptación al Cambio Climático, que empezará el trabajo con 60-100 regiones en ese periodo a la que posteriormente se podrán adherir otras 50 o 100 regiones.

Las otras cuatro misiones del programa se centran en la prevención y tratamientos del cáncer; en la restauración de océanos y aguas; en contar con cien ciudades inteligentes y climáticamente neutras; y crear un pacto para liderar la transición hacia unos suelos sanos. Todos ellos ponen el 2030 como fecha límite para la consecución de los objetivos.

Fuente: Juntaex

Publicado en Extremadura

Los europarlamentarios ultiman los detalles del paquete legislativo de acción climática de la UE, que fija 2035 como límite para la venta de nuevos coches contaminantes -un punto donde no se espera que haya consenso-, reforma el actual mercado de emisiones de carbono y crea una tasa de CO2 para las importaciones, entre otras medidas.

El paquete de políticas ‘Fit for 55’, que se votará la semana próxima en el pleno de la Eurocámara y aún deberá pasar por el Consejo antes de su aprobación final en el trílogo, articula las políticas para lograr los objetivos climáticos de la UE: reducir las emisiones de CO2 en un 55 % para 2030 y alcanzar el cero neto para 2050.

Se trata del mayor proyecto legislativo ambiental planteado en la UE, ha subrayado en declaraciones a prensa el europarlamentario popular Peter Liese, quien ha incidido en la urgencia de ganar independencia energética respecto a los combustibles fósiles, -en especial los rusos- y descarbonizar la economía de la UE pero sin «desindustrializarla».

Por ello, esta formación no está de acuerdo en la medida planteada en el paquete legislativo de recortar las asignaciones gratuitas de derechos de emisión que reciben sectores como la aviación, ya que «de momento no existe un sistema» para hacer frente a ello y así, la política puede traducirse en destrucción de empleo, ha advertido.

Su grupo parlamentario sí aboga por extender el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (ETS, por sus siglas en inglés) al sector residencial y al transporte por carretera -sea de uso comercial o no-, a través de un nuevo mercado (ETS 2) con el que los edificios o vehículos de carretera deban adquirir permisos por cada tonelada de carbono que emitan. 

Sin embargo, este asunto es uno de los más controvertidos en las negociaciones, han reconocido los diputados, pues con el precio del CO2 en los niveles actuales (en torno a los 80 euros la tonelada) el coste de calentar viviendas y de moverse por carretera podría «hacer la vida muy difícil para familias ya vulnerables a la pobreza energética y de movilidad», ha señalado desde Los Verdes la europarlamentaria Sara Matthieu.

Para el presidente de la comisión de medioambiente del Parlamento Europeo, Pascal Canfin (Renew), este paso sería “políticamente demasiado arriesgado”, ya que está en juego «el apoyo social que precisa la transición ecológica», ha argumentado.

 

Fin a la venta de coches contaminantes

Con ‘Fit for 55’, Bruselas quiere poner fin a la venta de nuevos coches que emitan CO2 en 2035, fecha que se ha fijado teniendo en cuenta la meta de neutralidad climática en 2050 pero también la necesidad de un periodo «de al menos 15 años» para que la industria del motor pueda adaptarse, ha explicado Canfin.

La controversia aquí está en si ese límite se aplicará al 100 % de los vehículos comercializados a partir de 2035: desde el Partido Popular Europeo apuestan por que no se aplique a la totalidad sino al 90 %, algo que el resto de grupos parlamentarios (salvo Identidad y Democracia) rechazan pues “neutralidad climática en 2050 no significa neutralidad al 90 %”, ha sentenciado Canfin.

 

Tasa de carbono para las importaciones

El nuevo mecanismo de ajuste de carbono en frontera (CBAM, por sus siglas en inglés) es uno de los reclamos de las empresas europeas, que temen la pérdida de competitividad respecto a los países que importan productos en la UE, como China, EEUU o Turquía, y no asumen ese coste por tonelada de CO2 que ellas sí deben pagar.

El eurodiputado socialista Mohammed Chahim, quien augura que este «mecanismo fuerte motivará a que otras regiones apliquen uno propio», considera que el CBAM supone «el primer paso hacia una tarificación internacional del carbono».

Desde Los Verdes, Matthieu insiste en la importancia de que lo recaudado una vez se aplique este mecanismo de ajuste de carbono en frontera contribuya a financiar la mitigación y adaptación al cambio climático en países menos desarrollados, y hacerse cargo así de la «responsabilidad climática» de Europa.

Fuente: EFEverde

 

Publicado en Extremadura

La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, ha asistido este lunes a la inauguración del complejo fotovoltaico San Serván 220, en el término municipal de Solana de los Barros, un acto en el que ha reiterado el compromiso de Extremadura con la transición energética y la lucha contra el cambio climático, ante un grupo de embajadores de países de la Unión Europea que visitan nuestra región esta semana.

El complejo inaugurado cuenta con una superficie de 255 hectáreas con una capacidad de 130 MW. Está previsto que esta instalación produzca 291.000 MWh de energía limpia al año, suficientes para abastecer 88.500 hogares y evitará la emisión de 216.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La consejera ha estado acompañada de representantes del Ayuntamiento de Solana de los Barros y de  los embajadores de los países de la Unión Europea en España, que han plantado 29 olivos como símbolo de hermanamiento.

Durante su intervención, Olga García ha expuesto a los asistentes la política proactiva en materia de transición energética que viene impulsando la Junta de Extremadura y que se articula a través del Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima (PEIEC), con el que se pretende conseguir una economía extremeña  climáticamente neutra en 2030 y que el 100% de la energía que se produzca en Extremadura sea renovable, contribuyendo de esta manera, incluso más de lo exigible, al esfuerzo nacional y europeo en las políticas energéticas y de cambio climático.

La consejera ha subrayado que la transición energética representa una gran oportunidad para el desarrollo sostenible de la región. Así, ha destacado que “la implementación del PEIEC conlleva unas inversiones previstas de 18.640 millones de euros entre 2021 y 2030 y que de ello se derivará un incremento del PIB en 5.300 millones de euros, una inyección de 2.218 millones de euros en rentas para los hogares extremeños, y más de 87 mil empleos en esta década”.

Olga García ha terminado su intervención asegurando que “el Gobierno de la Junta de Extremadura asume como propios los objetivos establecidos en el Pacto Verde Europeo y por ello  planifica y actúa en verde, con base en la sostenibilidad  para así ofrecer una alternativa de futuro a las generaciones venideras”.

Publicado en Extremadura

 La llegada de los 30 grados se adelanta entre 20 y 40 días por término medio en 71 años, según un estudio climatológico de la Aemet

En el mapa de la izquierda, fecha en la que aparecen los 30 grados y en el de la derecha, la tendencia.
En el mapa de la izquierda, fecha en la que aparecen los 30 grados y en el de la derecha, la tendencia. BENITO FUENTES / AEMET
En España hace calor, sí, pero cada vez hace más calor y llega mucho antes. Esta es la conclusión de un nuevo informe elaborado por el meteorólogo Benito Fuentes, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que revela que la entrada de los 30 grados en la España peninsular y en Baleares, no de forma aislada y puntual sino duradera y robusta. El calor veraniego se ha adelantado entre 20 y 40 días por término medio, según las zonas en los últimos 71 años. “El verano se está comiendo a la primavera”, sentencia Rubén del Campo, portavoz de Aemet. La causa de este fenómeno, a falta de estudios en mayor profundidad, “no puede ser otra” que el cambio climático y el progresivo calentamiento de la Tierra, subrayan ambos expertos.

“Lo que está sucediendo encaja perfectamente con una situación en la que el planeta está más caliente”, analiza Del Campo. Por su parte, Fuentes no tiene “ninguna duda” de los 30° “no aparecen antes por arte de magia”, sino que son una consecuencia “directa y palpable del cambio climático”, que ha hecho que “el clima de España ya no sea como lo conocíamos: se ha tornado más extremo”. Al alargarse el verano hacia la primavera y el otoño y quedar el invierno reducido a la mínima expresión, las cuatro estaciones de España van a acabar siendo dos, verano y casi verano.

Este informe es “otra forma de demostrar que el verano se está adelantando y ganando terreno”, destaca Del Campo, que recuerda que “otros estudios de Aemet han cifrado que la estación cálida es 40 días más larga ahora que en los años ochenta y que esta mayor longitud se nota sobre todo en el inicio, que se adelanta más de lo que se prolonga su expansión hacia el otoño. Un verano actual comienza un mes antes que en los ochenta”.

A la hora de abordar el estudio, Fuentes explica que “llegar de forma esporádica al umbral de los 30° en mayo no es noticia, pero sí que cada vez se alcanza esta cota en fechas más tempranas. Y, lo que es más importante aún, también se está adelantando el periodo en el cual esta cota deja de ser rara y se convierte en algo habitual”. En busca de esos “habituales 30°″, este experto ha rastreado en el banco de datos del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea Copernicus y ha determinado el punto en el que 29 localidades españolas han sumado su décimo día a 30° entre 1950 y 2021, ambos incluidos.

¿Por qué el décimo día? Para eliminar los fenómenos puntuales y anómalos. “Los primeros registros anuales de altas temperaturas son muy variables, a veces llegan antes y otras después, por lo que distorsionan el análisis. Al filtrarlos, se puede estimar la fecha en la cual los 30° ya son algo frecuente y no algo excepcional”, explica Fuentes. Es decir, la fecha en el que el verano se instala y le pega un tajo a la primavera.

 

“Es evidente que todas las temperaturas están subiendo y el resultado es que estos 30° llegan antes y que donde tenía que hacer 35° hace 40°”, resume Fuentes, que también apunta al calentamiento global como causa del actual episodio de calor extremo. Este viernes, Andújar (Jaén) ha marcado 40,5°. “Es la cuarta vez que se supera el umbral de los 40° desde que hay registros y todo ello en los últimos 23 años”, detalla Del Campo. Aunque en sentido estricto el actual episodio, “absolutamente extraordinario para mayo”, no es una ola de calor, el cambio climático se traduce en general en olas de calor más intensas, más frecuentes y más tempranas. “Hace siete años hubo un episodio muy similar al de ahora, lo que no le resta excepcionalidad, sino que la incrementa. Son dos episodios muy potentes de calor en tan solo siete años“, apunta Del Campo.

“Sin factores humanos, borrando los gases de efecto invernadero, la Tierra debería estar enfriándose ligeramente, pero en su lugar observamos un calentamiento acusado en comparación con otros que sucedieron en el pasado. La velocidad es brutal a escala climática y son evidencias científicas, negarlo es como negar la gravedad”, advierte Fuentes. Aunque de forma cualitativa es un hecho que la mano del hombre está detrás de este fenómeno concreto, para cuantificar en qué medida se necesitan “estudios de atribución profundos y específicos”, en los que se compare su probabilidad en un clima no modificado y en el actual, como recuerdan ambos meteorólogos.

Llegada de los habituales 30 grados a Sevilla entre 1950 y 2021.
Llegada de los habituales 30 grados a Sevilla entre 1950 y 2021.

En los gráficos que acompañan al trabajo de Fuentes se aprecia con rotundidad cómo en las últimas décadas los habituales 30° “aparecen cada vez en fechas más tempranas”. Por ejemplo, en Sevilla la fecha promedio de su llegada en la década de los setenta del pasado siglo es el 19 de junio, mientras que, de 2010 a 2019, madruga al 27 de mayo, “una diferencia de más de tres semanas”. La tendencia en la capital andaluza, detalla el meteorólogo, es “un adelanto de 2,7 días por década, 19,4 días en el periodo estudiado de 71 años, una vida humana”.

Su estudio revela que este comportamiento de los habituales 30° no se da solo en las archiconocidas sartenes de España como la capital hispalense, sino que tiene “un carácter casi general” en España. Por ejemplo en Madrid, el adelanto es de 25 días en 71 años. Es más, la tendencia en ciudades poco sospechosas de intensos calores como Burgos “casi dobla a la de Sevilla”. El propio experto se ha sorprendido al comprobar que, si en las primeras décadas era rarísimo alcanzar allí el umbral de 30° por décima vez, “hasta el punto de ser imposible establecer un valor medio”, en las tres últimas “lo excepcional es lo contrario” ―27 de 30 años alcanzaron el umbral―. “Es pasar de lo curioso a lo normal”, comenta Del Campo.

Llegada de los habituales 30 grados a Burgos de 1950 a 2021.
Llegada de los habituales 30 grados a Burgos de 1950 a 2021. BENITO FUENTES / AEMET

Y no solo pasa en Burgos. “Donde más se acelera la llegada no es en Sevilla, Córdoba, Badajoz o Murcia, sino en las zonas menos cálidas del país, como en Burgos, Soria y el resto de la meseta Norte, en las zonas altas del valle del Ebro y en el sistema Ibérico”, destaca Fuentes, que tiene varias hipótesis para explicar este esprint, pero de momento ninguna conclusión. Espera dar con ella en posteriores investigaciones. “Esto no quiere decir que en Burgos o Soria haga más calor que en Sevilla o Córdoba, sino que si en estas ciudades andaluzas el adelanto es de 20 días, en las castellanas es de más de 40″, explica para hacer una analogía con una carrera ciclista: van ganando las de siempre, pero las últimas del pelotón acortan distancias.

Según su análisis, que en este punto confirma lo ya sabido, el valle del Guadalquivir es la primera zona de la España peninsular en alcanzar los 30° sostenidos, seguida de áreas del suroeste peninsular y el valle del Ebro. Sin embargo, en otros territorios hay que esperar nada menos que hasta agosto para verlos, por lo que una media de toda España no daría una imagen certera de lo que está ocurriendo. ¿Y cuánto se han adelantado los habituales 30? Según la tendencia de 1950-2021, detalla el experto, en áreas de la meseta Norte y del sistema Ibérico el adelanto es superior a 30 y 40 días. “En esas zonas el calor aparece en promedio un mes y medio antes que hace 72 años”, afirma el meteorólogo. Fuentes también ha estudiado la anticipación de los habituales 35° y “las zonas con mayor adelanto son, de nuevo, la meseta Norte y el sistema Ibérico”.

Fuente: Elpais

Publicado en Extremadura

La Asamblea Ciudadana para el Clima, que este fin de semana celebra su última sesión, aboga por “minimizar” los vuelos domésticos, por regular la publicidad y los «mensajes pro-consumo” y por implantar comercializadoras y distribuidoras públicas de energía, entre otras medidas.

El centenar de ciudadanos elegidos al azar a partir de una muestra estratificada -para reflejar la diversidad de la sociedad española- terminará de perfilar sus conclusiones tras un proceso de cinco meses en los que se han informado y debatido virtualmente sobre cómo frenar el calentamiento global que amenaza la calidad y formas de vida en el planeta. 

Una vez aprobadas y matizadas en esta última sesión -la primera vez que los participantes se reúnen de manera presencial-, las propuestas se llevarán al Congreso de los Diputados en junio, cuando se harán públicas oficialmente aunque sin ser vinculantes (sin un efecto político directo).

El borrador, que puede sufrir cambios de aquí a su publicación oficial, contiene 186 medidas con las que la Asamblea Ciudadana considera que se podría hacer frente a la crisis climática, y que se dividen en cinco grupos: consumo; alimentación; comunidades, salud y cuidados; trabajo y ecosistemas.

En consumo, incluyen políticas enmarcadas en el fenómeno de «decrecimiento” -que aboga por un modelo económico más lento y acorde a la capacidad de carga del planeta- como la de crear “bancos de tiempo” para dar “alternativa a ciclos económicos que contribuyen al cambio climático fomentando el intercambio de servicios frente a los monetarios y de consumo”.

También sugieren impulsar “espacios públicos de ocio lúdico-culturales gratuitos sin necesidad de consumo” y, a fin de rebajar el impacto del turismo, «limitar y diversificar la densidad de los destinos turísticos en función del límite de huella ecológica”, por ejemplo, o minimizar los vuelos domésticos en trayectos para los que existen alternativas.

Respecto a los viajes en avión, precisan que se podría regular la oferta y la demanda de vuelos a través de los precios, contar las externalidades en el coste del avión, reducir el número de vuelos, aunque «no prohibir» -matizan-, generar conciencia sobre el coste y la contaminación de volar en avión e incentivar el uso del tren.

En el ámbito de la alimentación, la Asamblea sugiere constituir consejos alimentarios municipales con participación ciudadana, fomentar un cambio hacia la ganadería extensiva agroecológica y acortar las cadenas de suministro para favorecer el consumo de KM0 o de proximidad, entre otras políticas.

Sobre la producción de energía, los asambleístas piden la creación de modelos energéticos -comercializadoras y distribuidoras- de titularidad pública, el impulso a las comunidades energéticas y a la venta de energía de autoconsumo en viviendas mediante una «regulación estatal del precio de venta (precio estable y que no sea susceptible a hacer negocio)», además de establecer bonificaciones fiscales para quienes opten por generar electricidad en sus hogares. 

Fuente: EFEVerde

Publicado en Extremadura

El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha participado hoy en una sesión de alto nivel de la XV Conferencia de las Partes (COP 15) de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). Morán ha defendido que debemos afrontar la crisis global provocada por la sequía “con una visión multilateral y con mecanismos que permitan acelerar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030”. En ese sentido, ha recalcado que España, como sede designada para la celebración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2022, “ defiende la planificación y la adaptación como herramientas esenciales para luchar contra este problema”, ha expresado Morán.

 Por su situación geográfica, España ha tenido que convivir con el fenómeno de la sequía a lo largo de la historia. Por ello, el secretario de Estado alerta de que “debemos anticipar nuevas respuestas a las exigentes condiciones climáticas que la ciencia nos anuncia: en un escenario de incremento medio de las temperaturas de 2ºC, más de un tercio de la población del sur de Europa sufrirá problemas de escasez”. Además, “ya no habrá margen para respuestas meramente coyunturales o reactivas, porque los ciclos de sequía se prevén más recurrentes, más prolongados y severos”, ha insistido.

La COP 15, que se ha celebrado en Abiyán (Costa de Marfil) entre los días 9 y 20 de mayo, tiene como objetivos mitigar la degradación de la tierra impulsando el desarrollo y avanzar en la agenda de lucha contra la sequía de la CNULD mediante herramientas de apoyo técnico y financiero, marcos políticos-legales, colaboración interinstitucional y orientación científica.

OBJETIVO PRIORITARIO DE LA UE

España participa en los foros de la CNULD junto a los demás Estados Miembros de la Unión Europea. Entre los objetivos de la UE están el fomentar la colaboración entre las 3 convenciones de Río; impulsar la igualdad de género y la inclusión; y apoyar a la Secretaría de la CNULD en su la lucha contra la desertificación, la sequía y la degradación de las tierras y, en general, en la implementación del Marco Estratégico de la UNCCD 2018-2030.  

En ese sentido, la estrategia de adaptación al cambio climático de la UE aborda numerosos aspectos relativos a la mejora de la información y el conocimiento para abordar con bases sólidas la respuesta a la sequía. Además, en el nuevo programa de trabajo para el periodo 2022-2024 de la Estrategia Común de implementación de la Directiva Marco del Agua, se reconoce la necesidad de prestar una atención singular a las cuestiones relacionadas con la gestión del agua, creando un nuevo grupo de trabajo sobre la escasez hídrica y las sequías.

En lo tocante a la gestión en España, Morán ha señalado que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética determina que los objetivos de los planes hidrológicos deben velar por conseguir la seguridad hídrica para las personas, para la protección de la biodiversidad y para las actividades económicas, reduciendo la exposición a los impactos del cambio climático.

Fuente: MITECO

Publicado en Extremadura

El informe anual sobre el estado del clima europeo, en el que se examina la variabilidad climática de 2021 en Europa y en el mundo, destaca las alta temperaturas de la época estival y las graves inundaciones en el oeste de Europa y condiciones de sequedad en el Mediterráneo.

El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), implementado por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo —que depende de la Comisión Europea—, ha publicado hoy su reporte sobre el Estado Europeo del Clima 2021 (ESOTC 2021).

Desde una perspectiva global, los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. El 2021 en concreto ha sido uno de los más fríos dentro de la serie; la temperatura media de la superficie del mar en 2021 fue entre sexta y la séptima más cálida desde 1850.

El informe también alerta de la subida del nivel del mar, con una variación de nueve centímetros en todo el mundo. En el caso de Europa, el pasado año tuvo grandes variaciones, con una prolongada ola de calor y temperaturas récord de la superficie del mar, así como gran incidencia de incendios forestales, inundaciones y velocidades del viento inusualmente bajas en algunas regiones del continente.

Un año de contrastes en Europa

Según el trabajo, la primavera pasada fue más fría que la media, y en algunas partes del continente se produjo un inicio temprano de la primavera, seguido de una helada tardía que afectó a la agricultura.

En cambio, este pasado verano “ha sido el más cálido en Europa desde que hay registros, con hasta 1 ºC por encima de la media”, alerta Freja Vamborg, científica del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, que añade que en la zona del Báltico, durante junio y julio, “la temperatura de la superficie del mar estuvo hasta 5ºC por encima de lo normal”.

Los registros anuales de la velocidad del viento en la parte occidental y central del continente fueron los más bajos desde, al menos, 1979, un hecho que cobra relevancia en la producción de energía renovable de origen eólico.

Altas temperaturas en la región mediterránea

La zona del Mediterráneo experimentó un verano inusualmente cálido, con una ola de calor en la que se batieron registros de temperatura tanto en España como en Europa (con 47 ºC y 48,8 ºC respectivamente).

En partes de Italia, Grecia y Turquía, la ola de calor se mantuvo durante dos y tres semanas, y las condiciones de sequía dieron pie a una serie de incendios en estas zonas que afectaron a más de 800.000 hectáreas en total.

Por contra, un sistema de bajas presiones afectó durante el verano a la zona central del continente, y a mediados de julio del año pasado, se observaron lluvias torrenciales que provocaron grandes inundaciones en zonas de Alemania y Bélgica.

Temperatura media en Europa para periodos de 60 meses, en relación con la media de 1991-2020 (eje de la izquierda) y como incremento sobre el nivel de 1850-1900 (eje de la derecha). / C3S | ECMWF

Las emisiones globales continúan en ascenso

En 2021, las concentraciones mundiales de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) siguieron con una tendencia ascendente, especialmente en el caso del segundo. Las estimaciones realizadas a partir de los datos satelitales muestran que las concentraciones de CO2 han aumentado unas 2,3 ppm y las de CH4 unas 16,5 ppm de media.

Concentraciones atmosféricas mensuales de dióxido de carbono y metano. Los datos proceden de mediciones por satélite y se promedian en toda la columna atmosférica. / C3S | CAMS | Universidad de Bremen | SRON

En este sentido, las restricciones de movilidad producto de la pandemia por covid-19 no han afectado a la tendencia al alza, porque lo que refleja el informe “es un efecto acumulativo que tiene en cuenta los últimos 100 años”, explica Vicent-Henri Peuch, director del Servicio de Monitorización Atmosférica del programa Copernicus.

El informe resalta que, aunque 2021 no fue un año récord de calor ni en Europa ni en el mundo, “el continente europeo se ha calentado unos 2 °C desde la era preindustrial y el mundo entre 1,1 y 1,2 °C”, concluye Vamborg.

Fuente: Agencia SINC

Publicado en Extremadura
Etiquetado como

El verano de 2021 fue el más cálido registrado hasta ahora en el continente, según el balance anual del programa Copernicus de la UE

El continente europeo no está al margen ni mucho menos del proceso de cambio climático inducido por el ser humano que afecta al planeta. Y esta crisis dejó en 2021 un rastro evidente en forma de inundaciones, sequías, incendios y récord de temperaturas en Europa, según el balance anual que ha publicado este viernes el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, un programa científico de la Comisión Europea. Las temperaturas medias en el continente están ya 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales (se toma como referencia la media del periodo comprendido entre 1850 y 1900) y el pasado verano fue el más cálido registrado hasta ahora en Europa. Paralelamente a los fenómenos meteorológicos extremos que se produjeron dentro y fuera de las fronteras europeas, la acumulación en la atmósfera de los dos principales gases responsables del calentamiento —el dióxido de carbono y el metano— siguió creciendo en 2021. Los máximos responsables de las emisiones de esos gases que sobrecalientan la Tierra son los combustibles fósiles —el petróleo, el gas y el carbón— y para frenar el cambio climático, la humanidad debe reducir su uso de forma urgente, según advertía en su último informe el IPCC, el grupo de expertos internacionales que trabaja bajo el paraguas de la ONU.

En el conjunto del planeta, la temperatura de la superficie (incluyendo las áreas terrestres y marinas) estuvo entre los 1,1 y los 1,2 grados por encima de los niveles preindustriales, cerca ya del primer nivel de seguridad que fija el Acuerdo de París: los 1,5 grados. Y 2021 está entre los siete años más cálidos registrados desde 1850, según detalla el informe de Copernicus. Esto confirma la tendencia de calentamiento que se vive en el planeta: los últimos siete años son los siete años con las temperaturas medias más altas desde que arrancan esos registros a mediados del XIX. El incremento de las temperaturas está asociado al deshielo y, a su vez, al aumento del nivel del mar: desde 1993 la subida media ha sido de 9 centímetros, recuerda Copernicus.

Pero el cambio climático no supone solo un incremento de las temperaturas medias, sino que también está vinculado al crecimiento del número y de la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Y el pasado verano en Europa estuvo plagado de este tipo de eventos, según se desglosa en el balance climático, el quinto que realiza este programa de la Comisión. Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, ha apuntado precisamente en esa dirección: “2021 fue un año de extremos que incluyeron el verano más caluroso de Europa, olas de calor en el Mediterráneo, inundaciones y sequías de viento en Europa occidental”. “La información climática precisa es más importante que nunca para ayudarnos a tomar decisiones informadas”, ha añadido este experto.
 
La región mediterránea sufrió durante el verano una intensa ola de calor, falta de lluvias y una sucesión de incendios forestales que alcanzó niveles especialmente intensos en Italia, Grecia y Turquía. En total, ardieron más de 800.000 hectáreas solo durante julio y agosto en la región mediterránea, según los datos de Copernicus, que también monitoriza este tipo de fuegos. Además, en la isla italiana de Sicilia se llegaron a registrar 48,8 grados Celsius, lo que supone el récord de temperatura más alta que se ha documentado en Europa.
Mapa de los incendios forestales en Europa y la región Mediterránea durante 2021.
Mapa de los incendios forestales en Europa y la región Mediterránea durante 2021.COPERNICUS

Mientras, durante el mes de julio, en el centro de Europa se vivieron unas inundaciones históricas que causaron graves daños en Bélgica y Alemania.

 

En su conjunto, la temperatura media en Europa en el verano pasado estuvo 1 grado por encima de lo normal (tomando como referencia el periodo comprendido entre 1990 y 2020). Sin embargo, como la primavera fue más fría que el promedio, esto hizo que finalmente 2021 no estuviera entre los cinco años más cálidos registrados hasta ahora.

Al margen de las variaciones interanuales, que no son muy grandes, el balance que ha presentado Copernicus este viernes deja clara esa tendencia de calentamiento global que se está acentuando durante esta última década y que continuará durante las próximas, pase lo que pase. A lo que sí puede aspirar el ser humano todavía es a dejar el incremento de la temperatura dentro de los márgenes que fija el Acuerdo de París, entre los 1,5 y los 2 grados de incremento respecto a los niveles preindustriales, aunque para eso se necesitan recortes drásticos de las emisiones de efecto invernadero.

Fuente: elpais.com

 

 
Publicado en Extremadura
Etiquetado como

 

Que los bosques ofrecen quizás el mayor potencial para eliminar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera, ayudando a combatir la vulnerabilidad de las sociedades al cambio climático es algo de sobra conocido por la comunidad científica. Se estima que los bosques europeos almacenan aproximadamente el 30% del carbono contenido en los denominados bosques templados y elimina entre un 7 y 12 % de las emisiones de carbono correspondientes. Sin embargo, las estimaciones regionales y globales del carbono que los bosques almacenan y la caracterización de los factores que alteran esa capacidad de almacenamiento de carbono, se encuentran entre los grandes desafíos de la investigación en mitigación del cambio climático. Y más en concreto, conocer cómo afectan las anomalías meteorológicas a esa capacidad, es algo que aún está por determinarse.

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) se han propuesto averiguarlo y han liderado un trabajo internacional que analiza cómo afectan anomalías climáticas al crecimiento de los bosques y a su capacidad para captar el CO2 tomando como ejemplo los bosques de haya, una especie muy extendida en Europa y que es muy sensible a las olas de calor y las sequías. El estudio, que ha sido financiado a través del programa postdoctorado Junior Leader de la Fundación “La Caixa” y del programa propio de la UPM acaba de ser publicado en Nature Communications.

Entre los factores que más alteran la captación y almacenamiento de carbono por parte de los bosques están los eventos climáticos extremos como olas de calor o sequías, sobre todo aquellos que afectan grandes áreas y que suelen estar originados en anomalías atmosféricas persistentes. De ahí la importancia de este trabajo, dado que este tipo de situaciones son relativamente frecuentes en Europa.

“Las anomalías atmosféricas persistentes son comunes en Europa, sobre todo en verano, donde llegan a ser responsables del 80% de las olas de calor que se producen. De hecho, en Europa contamos con olas de calor muy conocidas producidas por esas anomalías como la de 2003, 2010 o 2018”, explica Isabel Dorado Liñán, de la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural y autora principal del estudio.

Los resultados del trabajo revelan que muchas de las anomalías atmosféricas persistentes que dan lugar a olas de calor afectan de forma desigual al crecimiento de los bosques en Europa y, por lo tanto, no afectan de modo uniforme a la captación y el almacenamiento de carbono en dichos bosques.

Influencia desigual en los bosques europeos

En concreto, el estudio enfatiza el papel clave que juega la variabilidad de la corriente de chorro (jet stream en inglés) en verano en la formación de un ‘dipolo’ climático estival (condiciones climáticas opuestas) entre el noroeste y el sudeste de Europa que se refleja en el crecimiento de los árboles.

“Cuando los hayedos de centro y noroeste de Europa experimentan un aumento del crecimiento y de la captación de carbono por unas condiciones climáticas estivales favorables (menos calurosas), los bosques de haya del sudeste de Europa experimentan una reducción de crecimiento y de la captación de carbono por unas condiciones desfavorables como sequía u ola de calor”, añade la investigadora de la UPM. “Esta polaridad en el crecimiento puede llegar a ser muy acusada, registrándose reducciones de crecimiento de hasta el 50% en la región europea bajo los efectos de un clima estival adverso, mientras que los incrementos de captación y acumulación de carbono en la región bajo condiciones favorables alcanza el 40%”, continúa.

Este desequilibrio de productividad entre ambas regiones conlleva implicaciones importantes para la planificación y la adopción de estrategias de gestión encaminadas a combatir el cambio climático mediante la preservación de la cobertura forestal.

“Contrarrestar el desequilibrio de la productividad forestal en Europa dependerá en gran medida de la estructura y la densidad de los bosques, la adaptación de estas poblaciones a las condiciones cambiantes y la dinámica y recurrencia de sequías y olas de calor, así como de otras perturbaciones como incendios y plagas. El efecto neto de este desequilibrio productivo forestal europeo en los flujos de carbono terrestre globales depende y seguirá dependiendo en gran medida de las diferencias noroeste-sudeste en las tasas de productividad forestal, reservas de carbono y resiliencia de los bosques”, concluye Isabel Dorado.

En el trabajo también han participado el Departamento de  Física de la Tierra y Astrofísica, de la Universidad Complutense de Madrid, al que pertenece la segunda autora Blanca Ayarzagüena y el Laboratory of Tree-Ring Research de la  Universidad de Tucson (Arizona), al que pertenece la senior author del artículo Valerie Trouet. También han colaborado investigadores de otros 39 centros de investigación y universidades de 16 países.

Dorado-Liñán, I., Ayarzagüena, B., Babst, F. et al. Jet stream position explains regional anomalies in European beech forest productivity and tree growth. Nat Commun 13, 2015 (2022). https://doi.org/10.1038/s41467-022-29615-8

Fuente: UPM

Publicado en Extremadura
Etiquetado como
Página 5 de 9