La Asamblea Ciudadana para el Clima propone limitar vuelos y regular publicidad
La Asamblea Ciudadana para el Clima, que este fin de semana celebra su última sesión, aboga por “minimizar” los vuelos domésticos, por regular la publicidad y los «mensajes pro-consumo” y por implantar comercializadoras y distribuidoras públicas de energía, entre otras medidas.
El centenar de ciudadanos elegidos al azar a partir de una muestra estratificada -para reflejar la diversidad de la sociedad española- terminará de perfilar sus conclusiones tras un proceso de cinco meses en los que se han informado y debatido virtualmente sobre cómo frenar el calentamiento global que amenaza la calidad y formas de vida en el planeta.
Una vez aprobadas y matizadas en esta última sesión -la primera vez que los participantes se reúnen de manera presencial-, las propuestas se llevarán al Congreso de los Diputados en junio, cuando se harán públicas oficialmente aunque sin ser vinculantes (sin un efecto político directo).
El borrador, que puede sufrir cambios de aquí a su publicación oficial, contiene 186 medidas con las que la Asamblea Ciudadana considera que se podría hacer frente a la crisis climática, y que se dividen en cinco grupos: consumo; alimentación; comunidades, salud y cuidados; trabajo y ecosistemas.
En consumo, incluyen políticas enmarcadas en el fenómeno de «decrecimiento” -que aboga por un modelo económico más lento y acorde a la capacidad de carga del planeta- como la de crear “bancos de tiempo” para dar “alternativa a ciclos económicos que contribuyen al cambio climático fomentando el intercambio de servicios frente a los monetarios y de consumo”.
También sugieren impulsar “espacios públicos de ocio lúdico-culturales gratuitos sin necesidad de consumo” y, a fin de rebajar el impacto del turismo, «limitar y diversificar la densidad de los destinos turísticos en función del límite de huella ecológica”, por ejemplo, o minimizar los vuelos domésticos en trayectos para los que existen alternativas.
Respecto a los viajes en avión, precisan que se podría regular la oferta y la demanda de vuelos a través de los precios, contar las externalidades en el coste del avión, reducir el número de vuelos, aunque «no prohibir» -matizan-, generar conciencia sobre el coste y la contaminación de volar en avión e incentivar el uso del tren.
En el ámbito de la alimentación, la Asamblea sugiere constituir consejos alimentarios municipales con participación ciudadana, fomentar un cambio hacia la ganadería extensiva agroecológica y acortar las cadenas de suministro para favorecer el consumo de KM0 o de proximidad, entre otras políticas.
Sobre la producción de energía, los asambleístas piden la creación de modelos energéticos -comercializadoras y distribuidoras- de titularidad pública, el impulso a las comunidades energéticas y a la venta de energía de autoconsumo en viviendas mediante una «regulación estatal del precio de venta (precio estable y que no sea susceptible a hacer negocio)», además de establecer bonificaciones fiscales para quienes opten por generar electricidad en sus hogares.
Fuente: EFEVerde
El secretario de Estado de Medio Ambiente defiende la planificación y la adaptación como claves para enfrentar los impactos de la sequía en España
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha participado hoy en una sesión de alto nivel de la XV Conferencia de las Partes (COP 15) de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). Morán ha defendido que debemos afrontar la crisis global provocada por la sequía “con una visión multilateral y con mecanismos que permitan acelerar el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030”. En ese sentido, ha recalcado que España, como sede designada para la celebración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2022, “ defiende la planificación y la adaptación como herramientas esenciales para luchar contra este problema”, ha expresado Morán.
Por su situación geográfica, España ha tenido que convivir con el fenómeno de la sequía a lo largo de la historia. Por ello, el secretario de Estado alerta de que “debemos anticipar nuevas respuestas a las exigentes condiciones climáticas que la ciencia nos anuncia: en un escenario de incremento medio de las temperaturas de 2ºC, más de un tercio de la población del sur de Europa sufrirá problemas de escasez”. Además, “ya no habrá margen para respuestas meramente coyunturales o reactivas, porque los ciclos de sequía se prevén más recurrentes, más prolongados y severos”, ha insistido.
La COP 15, que se ha celebrado en Abiyán (Costa de Marfil) entre los días 9 y 20 de mayo, tiene como objetivos mitigar la degradación de la tierra impulsando el desarrollo y avanzar en la agenda de lucha contra la sequía de la CNULD mediante herramientas de apoyo técnico y financiero, marcos políticos-legales, colaboración interinstitucional y orientación científica.
OBJETIVO PRIORITARIO DE LA UE
España participa en los foros de la CNULD junto a los demás Estados Miembros de la Unión Europea. Entre los objetivos de la UE están el fomentar la colaboración entre las 3 convenciones de Río; impulsar la igualdad de género y la inclusión; y apoyar a la Secretaría de la CNULD en su la lucha contra la desertificación, la sequía y la degradación de las tierras y, en general, en la implementación del Marco Estratégico de la UNCCD 2018-2030.
En ese sentido, la estrategia de adaptación al cambio climático de la UE aborda numerosos aspectos relativos a la mejora de la información y el conocimiento para abordar con bases sólidas la respuesta a la sequía. Además, en el nuevo programa de trabajo para el periodo 2022-2024 de la Estrategia Común de implementación de la Directiva Marco del Agua, se reconoce la necesidad de prestar una atención singular a las cuestiones relacionadas con la gestión del agua, creando un nuevo grupo de trabajo sobre la escasez hídrica y las sequías.
En lo tocante a la gestión en España, Morán ha señalado que la Ley de Cambio Climático y Transición Energética determina que los objetivos de los planes hidrológicos deben velar por conseguir la seguridad hídrica para las personas, para la protección de la biodiversidad y para las actividades económicas, reduciendo la exposición a los impactos del cambio climático.
Fuente: MITECO
La OMM cifra en un 50 % la probabilidad de que en los próximos cinco años la temperatura mundial supere transitoriamente en 1,5 °C los valores preindustriales
Según nuevos datos climáticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), un estudio que han realizado estiman que hay un 50 % de probabilidades de que, por lo menos en uno de los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C los niveles preindustriales. Y esas probabilidades aumentan con el paso del tiempo.
En dicho estudio, estiman que hay un 93 % de probabilidades de que al menos uno de los años del período comprendido entre 2022 y 2026 se convierta en el más cálido jamás registrado y desbanque a 2016 del primer puesto. Según la publicación Global Annual to Decadal Climate Update (Boletín sobre el clima mundial anual a decenal), elaborada por la Oficina Meteorológica del Reino Unido —el centro principal de la OMM encargado de elaborar ese tipo de predicciones—, la probabilidad de que la media quinquenal del período 2022-2026 sea superior a la media de los últimos cinco años (2017-2021) también es del 93 %.
El boletín, elaborado cada año sobre la base de los conocimientos especializados de climatólogos de renombre internacional y sirviéndose de los mejores sistemas de predicción de centros climáticos de vanguardia de todo el mundo, dota a las instancias decisorias de información de aplicación práctica.
En 2015, la probabilidad de que en algún momento puntual el calentamiento global superara en 1,5 °C los niveles preindustriales era casi nula, pero desde entonces esa probabilidad no ha dejado de aumentar. Así pues, mientras que para el período comprendido entre 2017 y 2021 la probabilidad de superación del umbral indicado era del 10 %, para el período de 2022 a 2026 ese porcentaje se ha incrementado hasta casi el 50 %.
Fuente: Organización Meteorológica Mundial (OMM)
El MITECO elabora una guía con orientaciones y recomendaciones a los ayuntamientos para el fomento del autoconsumo en los municipios
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha presentado, la semana pasada, la ‘Guía de orientaciones a los municipios para el fomento del autoconsumo’, un manual con recomendaciones, consejos y buenas prácticas para que los consistorios mejoren sus procedimientos con relación a las instalaciones de autoconsumo.
La Guía ofrece información sobre las distintas leyes del suelo autonómicas y proporciona ejemplos de ordenanzas municipales ya en vigor, con el fin de ayudar a las entidades locales a realizar su propia ordenanza, en consonancia con las necesidades del autoconsumo.
La Guía ha sido elaborada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energia (IDAE), organismo público dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), y la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Se trata de uno de los primeros resultados del grupo de trabajo constituido entre estos tres agentes junto con representantes de entidades locales y asociaciones sectoriales, en el que se analiza la tramitación administrativa y se aportan propuestas para la simplificación de los procesos, así como las necesidades de adaptación de las normativas autonómicas para permitir a los ayuntamientos la adaptación de su normativa municipal.
El autoconsumo de energía eléctrica es uno de los pilares fundamentales en el desarrollo de las energías renovables y su implantación se vincula, en gran parte, a entornos urbanos, por lo que representa una oportunidad de desarrollo para los municipios y les ofrece un mecanismo eficaz para colaborar en la transición energética.
El MITECO ha puesto en marcha ayudas por valor de 660 millones de euros, ampliables a 1.320 millones, para instalaciones de autoconsumo, almacenamiento detrás del contador y climatización con energías renovables, y ha publicado la Hoja de Ruta del Autoconsumo, un documento estratégico que recoge 37 medidas de sensibilización, formación a profesionales o divulgación, con el fin de mejorar el conocimiento y la aceptación del autoconsumo por parte de la población.
Fuente: MITERD
Enlace a la noticia: https://www.miteco.gob.es/es/prensa/2205051_tcm30-539960.PDF
Europa experimentó en 2021 el verano más cálido desde que hay registros
El informe anual sobre el estado del clima europeo, en el que se examina la variabilidad climática de 2021 en Europa y en el mundo, destaca las alta temperaturas de la época estival y las graves inundaciones en el oeste de Europa y condiciones de sequedad en el Mediterráneo.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), implementado por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo —que depende de la Comisión Europea—, ha publicado hoy su reporte sobre el Estado Europeo del Clima 2021 (ESOTC 2021).
Desde una perspectiva global, los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. El 2021 en concreto ha sido uno de los más fríos dentro de la serie; la temperatura media de la superficie del mar en 2021 fue entre sexta y la séptima más cálida desde 1850.
El informe también alerta de la subida del nivel del mar, con una variación de nueve centímetros en todo el mundo. En el caso de Europa, el pasado año tuvo grandes variaciones, con una prolongada ola de calor y temperaturas récord de la superficie del mar, así como gran incidencia de incendios forestales, inundaciones y velocidades del viento inusualmente bajas en algunas regiones del continente.
Un año de contrastes en Europa
Según el trabajo, la primavera pasada fue más fría que la media, y en algunas partes del continente se produjo un inicio temprano de la primavera, seguido de una helada tardía que afectó a la agricultura.
En cambio, este pasado verano “ha sido el más cálido en Europa desde que hay registros, con hasta 1 ºC por encima de la media”, alerta Freja Vamborg, científica del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, que añade que en la zona del Báltico, durante junio y julio, “la temperatura de la superficie del mar estuvo hasta 5ºC por encima de lo normal”.
Los registros anuales de la velocidad del viento en la parte occidental y central del continente fueron los más bajos desde, al menos, 1979, un hecho que cobra relevancia en la producción de energía renovable de origen eólico.
Altas temperaturas en la región mediterránea
La zona del Mediterráneo experimentó un verano inusualmente cálido, con una ola de calor en la que se batieron registros de temperatura tanto en España como en Europa (con 47 ºC y 48,8 ºC respectivamente).
En partes de Italia, Grecia y Turquía, la ola de calor se mantuvo durante dos y tres semanas, y las condiciones de sequía dieron pie a una serie de incendios en estas zonas que afectaron a más de 800.000 hectáreas en total.
Por contra, un sistema de bajas presiones afectó durante el verano a la zona central del continente, y a mediados de julio del año pasado, se observaron lluvias torrenciales que provocaron grandes inundaciones en zonas de Alemania y Bélgica.

Temperatura media en Europa para periodos de 60 meses, en relación con la media de 1991-2020 (eje de la izquierda) y como incremento sobre el nivel de 1850-1900 (eje de la derecha). / C3S | ECMWF
Las emisiones globales continúan en ascenso
En 2021, las concentraciones mundiales de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) siguieron con una tendencia ascendente, especialmente en el caso del segundo. Las estimaciones realizadas a partir de los datos satelitales muestran que las concentraciones de CO2 han aumentado unas 2,3 ppm y las de CH4 unas 16,5 ppm de media.

Concentraciones atmosféricas mensuales de dióxido de carbono y metano. Los datos proceden de mediciones por satélite y se promedian en toda la columna atmosférica. / C3S | CAMS | Universidad de Bremen | SRON
En este sentido, las restricciones de movilidad producto de la pandemia por covid-19 no han afectado a la tendencia al alza, porque lo que refleja el informe “es un efecto acumulativo que tiene en cuenta los últimos 100 años”, explica Vicent-Henri Peuch, director del Servicio de Monitorización Atmosférica del programa Copernicus.
El informe resalta que, aunque 2021 no fue un año récord de calor ni en Europa ni en el mundo, “el continente europeo se ha calentado unos 2 °C desde la era preindustrial y el mundo entre 1,1 y 1,2 °C”, concluye Vamborg.
Fuente: Agencia SINC
INFORME AUMENTO TEMPERATURAS POR CIUDADES EN ESPAÑA. OBSERVATORIO DE SOSTENIBILIDAD
En el informe, basado en los datos de AEMET, SE LLEGA A LAS SIGUIENTES CONCLUSIONES:
- En todas las ciudades españolas (capitales de provincia y ciudades autónomas) donde viven alrededor de 15 M de personas han aumentado las temperaturas desde que existen datos comparables (con una media de 0,73ºC) en la decada 2011-2020 sobre el periodo de referencia 1981-2010.
- Los datos analizados corresponden a 15 M de personas, pero son extensivos al conjunto de la población urbana española (ciudades mayores de 50.000 habitantes) que suponen un casi 60% del total de la población.
- En las capitales de provincia y ciudades autónomas aumentó más la temperatura que en el conjunto del país como media, en las ciudades aumentó 0,73 ºC mientras en el conjunto de España fue de 0,58ºC (la temperatura media de referencia 1981-2010 fue de 13,67ºC y la media 2011-2020 fue de 14,26).
Las previsiones a 2050 apuntan a que seguirán aumentando (con una media de 2,61ºC grados centígrados). 1 con el escenario RCP 8.5. Este escenario se alcanzará si continúa la tendencia actual observada de emisiones y si no se realizan actuaciones de mitigación. Las ciudades que más aumentarán sus temperaturas son: Ciudad Real, Madrid, Cuenca, Guadalajara, Ávila, Soria, Sevilla, Jaén, Cáceres y Badajoz, es decir el centro peninsular, el norte de Andalucía y Extremadura.
Por todo ello, el Observatorio de Sostenibilidad llama a la acción a gobiernos, empresas, organizaciones sin fines de lucro, sociedad civil e individuos para encarar la subida de calor de las ciudades. Es necesario adoptar medidas muy serias y muy radicales para adaptarse al incremento ya detectado del aumento de temperatura en cada ciudad teniendo en cuenta la gran diversidad de situaciones ecológicas, económicas y sociales.
Enlace a la noticia:https://www.observatoriosostenibilidad.com/2021/09/11/aumento-de-las-temperaturas-en-las-ciudades/
Las huellas del cambio climático en Europa: inundaciones, sequías, incendios y temperaturas récord
El verano de 2021 fue el más cálido registrado hasta ahora en el continente, según el balance anual del programa Copernicus de la UE
El continente europeo no está al margen ni mucho menos del proceso de cambio climático inducido por el ser humano que afecta al planeta. Y esta crisis dejó en 2021 un rastro evidente en forma de inundaciones, sequías, incendios y récord de temperaturas en Europa, según el balance anual que ha publicado este viernes el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, un programa científico de la Comisión Europea. Las temperaturas medias en el continente están ya 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales (se toma como referencia la media del periodo comprendido entre 1850 y 1900) y el pasado verano fue el más cálido registrado hasta ahora en Europa. Paralelamente a los fenómenos meteorológicos extremos que se produjeron dentro y fuera de las fronteras europeas, la acumulación en la atmósfera de los dos principales gases responsables del calentamiento —el dióxido de carbono y el metano— siguió creciendo en 2021. Los máximos responsables de las emisiones de esos gases que sobrecalientan la Tierra son los combustibles fósiles —el petróleo, el gas y el carbón— y para frenar el cambio climático, la humanidad debe reducir su uso de forma urgente, según advertía en su último informe el IPCC, el grupo de expertos internacionales que trabaja bajo el paraguas de la ONU.
En el conjunto del planeta, la temperatura de la superficie (incluyendo las áreas terrestres y marinas) estuvo entre los 1,1 y los 1,2 grados por encima de los niveles preindustriales, cerca ya del primer nivel de seguridad que fija el Acuerdo de París: los 1,5 grados. Y 2021 está entre los siete años más cálidos registrados desde 1850, según detalla el informe de Copernicus. Esto confirma la tendencia de calentamiento que se vive en el planeta: los últimos siete años son los siete años con las temperaturas medias más altas desde que arrancan esos registros a mediados del XIX. El incremento de las temperaturas está asociado al deshielo y, a su vez, al aumento del nivel del mar: desde 1993 la subida media ha sido de 9 centímetros, recuerda Copernicus.

Mientras, durante el mes de julio, en el centro de Europa se vivieron unas inundaciones históricas que causaron graves daños en Bélgica y Alemania.
En su conjunto, la temperatura media en Europa en el verano pasado estuvo 1 grado por encima de lo normal (tomando como referencia el periodo comprendido entre 1990 y 2020). Sin embargo, como la primavera fue más fría que el promedio, esto hizo que finalmente 2021 no estuviera entre los cinco años más cálidos registrados hasta ahora.
Al margen de las variaciones interanuales, que no son muy grandes, el balance que ha presentado Copernicus este viernes deja clara esa tendencia de calentamiento global que se está acentuando durante esta última década y que continuará durante las próximas, pase lo que pase. A lo que sí puede aspirar el ser humano todavía es a dejar el incremento de la temperatura dentro de los márgenes que fija el Acuerdo de París, entre los 1,5 y los 2 grados de incremento respecto a los niveles preindustriales, aunque para eso se necesitan recortes drásticos de las emisiones de efecto invernadero.
Fuente: elpais.com
Las olas de calor pueden reducir hasta en un 50% la capacidad de los bosques europeos de captar y almacenar CO2
Que los bosques ofrecen quizás el mayor potencial para eliminar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera, ayudando a combatir la vulnerabilidad de las sociedades al cambio climático es algo de sobra conocido por la comunidad científica. Se estima que los bosques europeos almacenan aproximadamente el 30% del carbono contenido en los denominados bosques templados y elimina entre un 7 y 12 % de las emisiones de carbono correspondientes. Sin embargo, las estimaciones regionales y globales del carbono que los bosques almacenan y la caracterización de los factores que alteran esa capacidad de almacenamiento de carbono, se encuentran entre los grandes desafíos de la investigación en mitigación del cambio climático. Y más en concreto, conocer cómo afectan las anomalías meteorológicas a esa capacidad, es algo que aún está por determinarse.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) se han propuesto averiguarlo y han liderado un trabajo internacional que analiza cómo afectan anomalías climáticas al crecimiento de los bosques y a su capacidad para captar el CO2 tomando como ejemplo los bosques de haya, una especie muy extendida en Europa y que es muy sensible a las olas de calor y las sequías. El estudio, que ha sido financiado a través del programa postdoctorado Junior Leader de la Fundación “La Caixa” y del programa propio de la UPM acaba de ser publicado en Nature Communications.
Entre los factores que más alteran la captación y almacenamiento de carbono por parte de los bosques están los eventos climáticos extremos como olas de calor o sequías, sobre todo aquellos que afectan grandes áreas y que suelen estar originados en anomalías atmosféricas persistentes. De ahí la importancia de este trabajo, dado que este tipo de situaciones son relativamente frecuentes en Europa.
“Las anomalías atmosféricas persistentes son comunes en Europa, sobre todo en verano, donde llegan a ser responsables del 80% de las olas de calor que se producen. De hecho, en Europa contamos con olas de calor muy conocidas producidas por esas anomalías como la de 2003, 2010 o 2018”, explica Isabel Dorado Liñán, de la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural y autora principal del estudio.
Los resultados del trabajo revelan que muchas de las anomalías atmosféricas persistentes que dan lugar a olas de calor afectan de forma desigual al crecimiento de los bosques en Europa y, por lo tanto, no afectan de modo uniforme a la captación y el almacenamiento de carbono en dichos bosques.
Influencia desigual en los bosques europeos
En concreto, el estudio enfatiza el papel clave que juega la variabilidad de la corriente de chorro (jet stream en inglés) en verano en la formación de un ‘dipolo’ climático estival (condiciones climáticas opuestas) entre el noroeste y el sudeste de Europa que se refleja en el crecimiento de los árboles.
“Cuando los hayedos de centro y noroeste de Europa experimentan un aumento del crecimiento y de la captación de carbono por unas condiciones climáticas estivales favorables (menos calurosas), los bosques de haya del sudeste de Europa experimentan una reducción de crecimiento y de la captación de carbono por unas condiciones desfavorables como sequía u ola de calor”, añade la investigadora de la UPM. “Esta polaridad en el crecimiento puede llegar a ser muy acusada, registrándose reducciones de crecimiento de hasta el 50% en la región europea bajo los efectos de un clima estival adverso, mientras que los incrementos de captación y acumulación de carbono en la región bajo condiciones favorables alcanza el 40%”, continúa.
Este desequilibrio de productividad entre ambas regiones conlleva implicaciones importantes para la planificación y la adopción de estrategias de gestión encaminadas a combatir el cambio climático mediante la preservación de la cobertura forestal.
“Contrarrestar el desequilibrio de la productividad forestal en Europa dependerá en gran medida de la estructura y la densidad de los bosques, la adaptación de estas poblaciones a las condiciones cambiantes y la dinámica y recurrencia de sequías y olas de calor, así como de otras perturbaciones como incendios y plagas. El efecto neto de este desequilibrio productivo forestal europeo en los flujos de carbono terrestre globales depende y seguirá dependiendo en gran medida de las diferencias noroeste-sudeste en las tasas de productividad forestal, reservas de carbono y resiliencia de los bosques”, concluye Isabel Dorado.
En el trabajo también han participado el Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica, de la Universidad Complutense de Madrid, al que pertenece la segunda autora Blanca Ayarzagüena y el Laboratory of Tree-Ring Research de la Universidad de Tucson (Arizona), al que pertenece la senior author del artículo Valerie Trouet. También han colaborado investigadores de otros 39 centros de investigación y universidades de 16 países.
Dorado-Liñán, I., Ayarzagüena, B., Babst, F. et al. Jet stream position explains regional anomalies in European beech forest productivity and tree growth. Nat Commun 13, 2015 (2022). https://doi.org/10.1038/s41467-022-29615-8
Fuente: UPM
El Banco de España advierte de un alto coste si no se mitiga el cambio climático
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha asegurado este viernes que aunque en el corto plazo la adopción de medidas para mitigar el cambio climático puede tener un coste en el PIB, éste «será mayor cuanto más tarde se implementen».
De Cos ha inaugurado este viernes el Congreso de la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión, Ascri, en el que ha asegurado que los reguladores financieros y los supervisores, en el marco de sus mandatos de garantizar la estabilidad financiera, «pueden y deben contribuir activamente a las acciones internacionales para luchar contra el cambio climático».
Cambio climático y riesgos financieros
No obstante, ha añadido, deben identificar e informar los riesgos financieros que están asociados al cambio climático y que pueden afectar a las entidades.
Entre esos factores de riesgo, el gobernador ha identificado los físicos y los de transición.
Los riesgos físicos son los que surgen cuando se materializa en todo o en parte el cambio climático, lo que puede dar lugar a fenómenos meteorológicos extremos (aumento del nivel del mar, desertificación, mayores riesgos de incendio, etc).
Por su parte, los riesgos de transición se derivan de los costes que pueden surgir durante el proceso de transformación de la economía, necesario para mitigar el cambio climático y minimizar el impacto de los riesgos físicos.
«El efecto conjunto de la ejecución de las políticas públicas necesarias para lograr estos objetivos, del desarrollo de innovaciones tecnológicas menos contaminantes o de los cambios en las preferencias de los consumidores a favor de bienes y de servicios con menores emisiones generarán una reasignación de recursos entre sectores que, si el proceso no se realiza de forma suficientemente ordenada, podrían ocasionar disrupciones importantes en la economía», ha dicho.
En este sentido, ha advertido de que las entidades financieras están expuestas a los riesgos anteriores, de forma tanto directa como indirecta, y que, por ello, reguladores y supervisores bancarios han puesto en marcha distintas iniciativas para ayudar y obligar a las entidades a que incorporen adecuadamente estos riesgos.
Marco regulatorio y prudencial
Y en este sentido, ha añadido que, en todo caso, la mejora de la capacidad de gestión de las entidades tendrá que complementarse presumiblemente con el desarrollo de un marco regulatorio y prudencial que considere adecuadamente las particularidades de los riesgos derivados del cambio climático.
No obstante, ha considerado que para la correcta valoración de los riesgos climáticos es necesario contar, en primer lugar, con definiciones comunes y con datos de calidad y granularidad suficiente.
También ha destacado la necesidad de contar con herramientas analíticas adecuadas para medir el impacto del cambio climático en los riesgos financieros tradicionales, y en la capacidad de resistencia de las entidades y del sector financiero en su conjunto.
Capacidad de resistencia del sector bancario
Al respecto, ha explicado que el Banco de España ha llevado a cabo pruebas de resistencia agregadas para evaluar la capacidad de resistencia del sector bancario español a los riesgos de transición relacionados con el clima, y está realizando distintos análisis empíricos para aproximar el impacto potencial de los riesgos físicos.
Los resultados, ha destacado, muestran que el coste en los tres primeros años de aplicación de estas políticas para mitigar el cambio climático en la actividad económica sería moderado, aunque muy heterogéneo por sectores.
Además, el sector bancario español podría absorber el impacto del incremento en costes de los sectores productivos que generaría una política ambiciosa de transición climática, sin deterioros materiales en la solvencia del sector, ha concluido. EFEverde
Fuente: EFEVerde
El IPCC subraya la necesidad de acelerar los esfuerzos globales para reducir las emisiones
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha publicado la tercera entrega de su Sexto Informe de Evaluación dedicado a la mitigación del cambio climático. El informe se publica en un momento crítico, debido a que los países necesitan fijar expectativas claras sobre la ambición climática para cumplir los compromisos del Pacto Climático de Glasgow y el Acuerdo de París.
El documento proporciona evidencias científicas sólidas para acelerar los esfuerzos globales de reducción de emisiones en la década actual. Entre las principales conclusiones, el grupo de expertos indica que las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero han continuado su ascenso en la década 2010-2019. Así, las emisiones medias anuales durante este periodo han sido las más elevadas registradas hasta la fecha. Este incremento se ha registrado en los principales sectores, con un aumento importante de emisiones en las áreas urbanas.
El texto señala que se requerirán reducciones sustanciales de emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, incluyendo transiciones profundas en los distintos sistemas productivos. En este sentido, recoge el papel fundamental que pueden jugar las energías renovables y recuerda, además, la disminución de costes experimentada en la última década, lo que las convierte en unas fuentes de energía asequibles y competitivas. De hecho, recalca que mantener los sistemas intensivos en emisiones en algunas regiones puede ser más caro que realizar una transición a sistemas de bajas emisiones.
Otro de los aspectos clave del documento es la puesta en valor el papel de la economía circular y de las tecnologías de eliminación de dióxido de carbono para tratar las emisiones residuales de gases de efecto invernadero en sectores difíciles de descarbonizar, al tiempo que analiza los riesgos asociados.
Parte del análisis del texto se centra en la necesidad de introducir cambios en los estilos de vida para reducir emisiones, señalando como ejemplos la apuesta por la movilidad activa, los cambios en la dieta o la reducción de la demanda de energía, entre otros.
ANÁLISIS DE RIESGOS
El documento señala que muchos de los riesgos —tecnológicos, de escalabilidad o de costes— a los que se enfrenta cualquier estrategia de mitigación se reducen significativamente aplicando los modelos basados en la eficiencia en el uso de recursos.
Por otro lado, el texto prevé que los activos asociados al carbón corren el riesgo de perder su valor económico antes de 2030, mientras que los de petróleo y gas lo harán hacia mediados de este siglo.
Como novedad, el informe analiza el papel cada vez más importante de los actores no gubernamentales como las ciudades, las empresas, los pueblos indígenas o los y las jóvenes para hacer frente al cambio climático.
TRABAJAR POR LA MITIGACIÓN
El análisis resalta también la interdependencia entre mitigación, adaptación y desarrollo sostenible y subraya la necesidad de garantizar la participación de todos los actores en procesos de decisión inclusivos y transparentes.
Las políticas coordinadas e integradas de adaptación y mitigación entre sectores mejorarán los resultados de la acción climática. La ausencia o limitación de recursos financieros, técnicos y humanos en los sistemas sociales e institucionales puede conducir a respuestas mal coordinadas, reducir los beneficios de mitigación y adaptación y aumentar los riesgos.
El informe también hace un repaso al estado de los flujos financieros para la mitigación y la adaptación y señala una reducción de su crecimiento medio desde 2018. En este contexto, destaca cómo estos flujos financieros continuaron centrados en la mitigación, aunque con tendencias desiguales entre regiones y sectores. Como aspecto positivo, el informe apunta a que los mercados de bonos verdes y otros productos financieros sostenibles se han ampliado considerablemente desde el Quinto Informe de Evaluación en 2014.
Fuente: AdapteCCa
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España, en situación de sequía meteorológica tras el segundo invierno más seco desde 1961
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha hecho público su balance climático del invierno 2021-2022, que fue extremadamente seco y muy cálido. En concreto, se trató del segundo más seco y del cuarto más cálido de la serie histórica, que arrancó en 1961.
Las precipitaciones en la España peninsular alcanzaron los 89 l/m2, lo que representa un 45% del valor normal en invierno, pero en amplias zonas de la vertiente mediterránea no se alcanzó ni la cuarta parte de las lluvias habituales. Solamente en el norte del País Vasco y de Navarra las lluvias fueron más abundantes de lo normal, aunque concentradas en muy pocos episodios. En Canarias, el invierno fue muy seco, y en Baleares, el más seco de toda la serie histórica.
Este invierno, el segundo más seco de la serie histórica únicamente superado por el invierno de 2011-2012, estuvo precedido por un otoño también más seco de lo normal. Si se analizan los datos de precipitación de los últimos doce meses (desde el 1 de marzo de 2021 al 28 de febrero de 2022), se puede hablar de una situación de sequía meteorológica en el conjunto de España, así como en la mayor parte de las cuencas representativas de AEMET (similares, pero no iguales, a las cuencas hidrográficas), salvo en las del Júcar y el Segura.
UN INVIERNO MUY CÁLIDO
La temperatura media del invierno fue, en el conjunto de la España peninsular, de 7,9ºC. Esto supuso un valor 1,5ºC superior al promedio del período de referencia 1981-2010, lo que lo convierte en un invierno muy cálido. En concreto, fue el cuarto con la temperatura media más alta de la serie y el tercero del siglo XXI. En los últimos seis años se han registrado tres de los cuatro inviernos más cálidos desde 1961.
El carácter cálido o muy cálido de la pasada estación se extendió por la mayor parte de la España peninsular, llegando a ser extremadamente cálido en puntos del sureste y del Pirineo. Fue normal en la depresión central del Ebro e incluso frío en puntos del litoral mediterráneo andaluz. En Baleares fue cálido y en Canarias muy cálido. Es destacable el hecho de que las temperaturas máximas, es decir, las que habitualmente se registran en las horas centrales del día, fueron en conjunto las más altas de toda la serie histórica, con una anomalía de 2,4ºC; mientras, las mínimas también fueron más cálidas de lo normal, aunque en menor medida: la anomalía fue de 0,6ºC.
Este escenario se produjo debido al predominio de los anticiclones sobre España durante la mayor parte de la estación, que propiciaron que se convirtiese en el tercer invierno más soleado de la serie, por detrás de los de 2011-2012 y 2018-2019. Durante el trimestre diciembre-enero-febrero no hubo ninguna ola de frío en España y en los últimos días de diciembre y primeros de enero se registró un inusual episodio cálido, en el que se batieron numerosos récords mensuales de temperatura máxima.
SEQUÍA METEOROLÓGICA EN EL SUROESTE DE EUROPA
A nivel global, diciembre de 2021 y enero y febrero de 2022 han sido los sextos más cálidos de su serie mensual. En Europa, pese a ser el diciembre más frío desde 2012, el balance global de la estación se quedó 0.9ºC por encima del promedio del período de referencia 1991-2020; de esta forma ha quedado caracterizado como el séptimo invierno más cálido de la serie en el continente, es decir, de los últimos 43 años.
La anomalía en las horas de sol del pasado trimestre respecto al promedio de 1983-2010 ha alcanzado valores positivos en buena parte del sur-suroeste europeo. Puesto que existe una elevada correlación entre las anomalías de insolación y las de precipitación, consecuentemente podemos hablar, a inicios de marzo, de situación de sequía meteorológica en buena parte del sur-suroeste europeo en base a la definición del Índice Estandarizado de Precipitación y Evapotranspiración (SPEI) a 12 meses. El SPEI es una extensión del Índice de Precipitación Estandarizado (SPI) que tiene en cuenta la evapotranspiración potencial y captura el impacto principal del aumento de las temperaturas en la demanda de agua.
El balance climático de AEMET también hace un breve repaso de los récords, efemérides o eventos más reseñables alcanzados durante el pasado invierno en el mundo. Así, por ejemplo, se batió el récord de tornados activos en Estados Unidos durante el mes de diciembre, con 193 cuando la media es de 36; en febrero, la borrasca de gran impacto Eunice dejó en Reino Unido el récord provisional de racha máxima alcanzada con 196 km/h. Por otro lado, el mismo mes se registró el récord diario de mínima extensión de hielo antártico. Además, en el conjunto del mes la extensión fue la segunda menor de toda la serie.
El pasado mes fue el segundo febrero más seco y el tercero más cálido del siglo
El pasado mes ha sido muy seco: el segundo febrero más seco del siglo y el tercero desde el comienzo de la serie en 1961. Los tres febreros más cálidos del siglo se han producido en estos tres últimos años, siendo el de 2022 el tercero de ellos. También ha sido el octavo más cálido desde 1961.
El pasado mes de febrero ha sido muy seco, con una precipitación media sobre la España peninsular de 10,9 mm, un 21 % del valor normal del mes (periodo de referencia: 1981-2010); esto lo convierte en el segundo febrero más seco del siglo, tras el del año 2020, y el tercero desde el comienzo de la serie en 1961. Así se recoge en el balance climático mensual de AEMET.
Febrero ha sido entre seco y muy seco en toda la Península y Baleares, llegando a ser extremadamente seco en Baleares, áreas de Castilla y León, Aragón y la confluencia de Navarra, País Vasco y La Rioja. Por otra parte, en Canarias tuvo carácter en general, normal salvo en Gran Canaria donde mostró carácter seco e incluso húmedo en algunos puntos del norte de las islas más occidentales.
La precipitación acumulada en febrero fue inferior al valor 25 % del valor normal en toda la Península y Baleares. En Canarias, la precipitación solo superó los valores normales en el norte de Tenerife y noreste de Gran Canaria.
En cuanto a efemérides destaca la alcanzada en Logroño-Aeropuerto en donde la precipitación mensual recogida (1,6 mm) fue la más baja registrada para un febrero dado.
El tercer febrero más cálido del siglo
El mes de febrero ha tenido en conjunto un carácter muy cálido, con una temperatura media en la España peninsular de 8,9 ºC, 1,9 ºC por encima de la media de este mes (periodo de referencia: 1981-2010). Ha sido el tercero más cálido del siglo XXI, teniendo en cuenta que los tres febreros más cálidos de este siglo se han producido en estos tres últimos años; también se ha tratado del octavo febrero más cálido desde el comienzo de la serie en 1961.
Febrero fue cálido o muy cálido en la mayor parte del sur y este de la península, y predominantemente cálido en el cuadrante noroeste, si bien resultó normal en algunas zonas de la meseta norte y entre normal y frío en puntos del litoral mediterráneo andaluz. En Baleares tuvo un carácter cálido en Mallorca y Menorca y normal en Ibiza y Formentera, mientras que en Canarias mostró un carácter variable de unas zonas a otras, resultando en conjunto muy cálido.
Las anomalías térmicas más destacadas se sitúan en +2 ºC en amplias zonas del centro y oeste de Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, montañas de Castilla y León, Aragón, Cataluña y mitad norte de la Comunitat Valenciana, llegando a superarse los +3 ºC en puntos del Pirineo. Prácticamente no se registraron anomalías negativas excepto en algunos puntos del litoral andaluz y algunas zonas altas de Canarias.
En febrero hubo un contraste marcado entre las temperaturas máximas y las mínimas diarias, debido a la persistencia de las situaciones anticiclónicas. Las máximas se situaron 3,1 ºC por encima de la media, mientras que las temperaturas mínimas quedaron 0,6 ºC por encima de la media, resultando una oscilación térmica diaria 2,5 ºC superior a la normal del mes.
En relación a efemérides, en las estaciones principales de Rota, Girona/aeropuerto y Teruel la temperatura máxima del mes resultó la más alta de febrero desde el comienzo de las respectivas series. Asimismo, en la estación de Morón de la Frontera la media de las temperaturas máximas diarias fue la más alta para un mes de febrero desde el comienzo de la serie.
Fuente: AEMET
Cinco riesgos climáticos críticos de los que advierte la ONU en los próximos años
Lo que ocurra con el clima tiene, inevitablemente, una dimensión humana. Algo que aparece con contundencia en el último informe publicado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. Miles de hojas entre las que científicos de todo el mundo traducen los cambios en los ecosistemas de los próximos años para conocer qué impactos directos tendrán sobre nuestros modos de vida.
El documento va más allá de los escenarios que plantea el cambio climático en cuanto a incendios forestales, olas de calor o aumento del nivel del mar. Cientos de expertos ponen el acento en cómo el calentamiento global está provocando ya migraciones masivas y cómo está poniendo en peligro aspectos como el suministro de alimentos y de agua. Y, sin embargo, asegura el informe, el déficit de financiación para hacer frente a todo esto es cada vez mayor.
Lo más preocupante de todo esto es que estas últimas advertencias que ha lanzado la ciencia, a pesar de no ser algo nuevo, sí revisten mayor gravedad. Especialmente, por el aumento de las temperaturas, porque ya estamos en 1,1ºC y el límite de 1,5ºC, aquel que nos separa de escenarios naturales peligrosos, podría alcanzarse en la próxima década.
Las consecuencias más directas, reza el documento, podrían originar daños irreversibles y podría generar aún más dificultades para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Si –como advierte la ciencia–, aumentan los incendios, aumenta la deforestación, se secan los pantanos y se derrite el permafrost, será difícil detener el calentamiento global.
No obstante, a pesar de este escenario tan crítico que presentan los expertos del IPCC, el documento lanza, si cabe, un mensaje aún más relevante, y es que los próximos 10 años son la clave para evitar los peores escenarios que plantea el cambio climático en el mundo. "Cualquier retraso adicional en la acción global anticipada", dice el informe, "perderá una ventana de oportunidad breve que se cerrará rápidamente para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos".
Ya estamos en 1,1ºC y el límite de 1,5ºC, aquel que nos separa de escenarios naturales peligrosos, podría alcanzarse en la próxima década
El texto hace hincapié en las diferentes consecuencias según la región del mundo de la que se trate y, como en todo conflicto o situación adversa, quienes más van a sufrir los impactos de esta crisis climática son los países desfavorecidos. Pero esto no es algo que quede en las regiones más desfavorecidas. El resto del planeta tampoco se salva, y lo que vive ahora Madagascar puede convertirse en una suerte de tráiler de lo que puede ocurrir en otras partes del mundo.
En Europa, sin ir más lejos, y en España, en particular, el cambio climático puede tener un impacto importante en los próximos años en, al menos, cinco aspectos que van desde la salud mental a los problemas en la producción de cultivos. Y todos ellos generarán en nuestro país un enorme coste social y económico.
La energía, en el punto de mira
El sexto informe del IPCC hace hincapié en uno de los aspectos que ahora mismo, y en plena guerra económica con Rusia, está pasando a la primera línea de debate, como es la energía. En España, particularmente, el precio de la luz alcanzó picos históricos el pasado año, algo que se está viendo ahora también incrementado como consecuencia de la situación geopolítica con Ucrania.
No obstante, este aspecto, el de la energía, es uno de los que más preocupa a los expertos del IPCC, porque, como aseguran, "el sector de la energía en Europa ya se enfrenta a los impactos de los extremos climáticos". Y no sólo porque la demanda va en aumento, sino también porque, en los últimos 20 años, se han observado reducciones e interrupciones del suministro eléctrico en años excepcionalmente secos o cálidos.
El informe señala a países como España y asegura un escenario bastante fiable en el que la demanda total de energía se incrementará. Como consecuencia del aumento de temperaturas en los próximos años, se necesitará más energía para climatizar los edificios. Una demanda que, ya para 2035, podría llegar a duplicarse.
Una España más seca con menos agua y cultivos
Los expertos del IPCC señalan otro de los riesgos clave a los que habrá que hacer frente en los próximos años. Solo con un aumento de 1,5ºC de la temperatura media global, países europeos como España podrían presentar "pérdidas sustanciales de producción agrícola".
En este escenario de calentamiento persistente se podría desplazar la producción agrícola hacia regiones del norte. No obstante, aseguran, que ni siquiera las posibles ganancias que se den en esta región de Europa podrían compensar las pérdidas ocasionadas.
Además, señalan que la capacidad de adaptación mediante riego se verá cada vez más limitada por la falta de disponibilidad de agua. El cultivo del maíz, por ejemplo, podría bajar hasta un 80% en nuestro país. Pero este es sólo un ejemplo de la situación en la que pueden encontrarse muchas de las tierras del sur de Europa, donde al menos el 80% sufrirá más episodios de sequías.
Otro de los aspectos que señala el informe es que España dispondrá de menos agua para consumo, con al menos unas siete millones de personas en situación de escasez de agua. En este sentido, no sólo la sequía podría aumentar los daños en un 250% en nuestro país, sino que además, más de la mitad de la población estará expuesta a un estrés hídrico. Si las emisiones se redujesen, este impacto podría reducirse hasta en un 18%.
8.000 muertes por calor
Nuestro país será uno de los más afectados por el aumento de las temperaturas que prevén los expertos del IPCC. Las olas de calor podrían producirse cada año y de una manera más intensa y en una ventana de tiempo más larga. El impacto más preocupante de este fenómeno meteorológico es que puede aumentar el número de fallecidos por estos episodios. En total, a mitad de siglo, las muertes por calor podrían pasar de suponer las 1.500 a 8.000.
El documento señala también que el aumento de las temperaturas puede ocasionar que países como España se conviertan en el hábitat ideal de mosquitos que transmiten virus como el chikungunya, con síntomas de fiebre y dolor fuerte en las articulaciones.
Además, en este punto es necesario recordar que las personas sin hogar y aquellas con dificultades económicas serán especialmente vulnerables a episodios extremos como las olas de calor que se prevén en países como España.
Las olas de calor podrían producirse cada año y de una manera más intensa y en una ventana de tiempo más larga
Así las cosas, el aumento de temperaturas también elevará el riesgo de incendios forestales cada vez más intensos y peligrosos. En el entorno de la región mediterránea, si no se reducen las emisiones, el informe prevé que al menos se queme el 87% de su superficie.
El calor, por tanto, supondrá también una amenaza clara para la biodiversidad. También en los océanos, donde el aumento de la temperatura de sus aguas puede acabar por extinguir las praderas marinas para el año 2050.
Inundaciones y daños en infraestructuras
Países como España destacan también por ser un territorio con más de 8.000 kilómetros de costa. Esto, que puede suponer una suerte si se mira por el lado de los recursos y el turismo, también guarda una cara B en un escenario de crisis climática. Y es que somos uno de los países más vulnerables de Europa al aumento del nivel del mar.
En zonas como Barcelona o Cádiz, podría aumentar en torno a los 30 centímetros para el año 2050. Esto convierte a nuestras costas, muchas de ellas edificadas, en pasto de las inundaciones.
Sobre todo en un escenario en el que el IPCC prevé que aumenten tanto la intensidad como la frecuencia de los temporales, los que pueden hacer que el agua se adentre aún más metros de lo normal. Y es que, con 20 centímetros o 30 centímetros más, las olas pueden penetrar entre 20 metros y 30 metros más hacia el interior.
Salud mental
Aunque no se trató de un evento causado por el cambio climático, en España experimentamos con la erupción de La Palma el impacto que puede llegar a tener un fenómeno natural en nuestras vidas.
El IPCC tampoco se ha olvidado de la salud mental, que señala que en Europa puede ser especialmente preocupante. Los eventos climáticos extremos tales como inundaciones, incendios o temporales intensos pueden desencadenar casos de estrés postraumático, ansiedad o depresión. Algo que han documentado, sobre todo, tras los recientes episodios de inundaciones en Europa.
Además, los expertos apuntan que hay pruebas emergentes en toda Europa de que los jóvenes pueden estar ya experimentando ansiedad por el cambio climático, aunque todavía, aseguran, no se conoce cuán extendido está o su gravedad real.
No obstante, la calidad del aire también afecta a la salud mental. En zonas como el norte de Italia, por ejemplo, el número de visitas psiquiátricas de emergencia diarias se ha relacionado con la calidad del aire.
Fuente: ElEspañol
El Ministerio para la Transición Ecológica aprueba el Primer Programa de Trabajo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático
Este programa contiene 257 medidas orientadas a evitar o reducir los potenciales impactos y riesgos derivados del cambio climático en España, implica a 18 ministerios, además de diversas agencias estatales y organismos autónomos, y conlleva inversiones por valor de más de 1.500 millones de euros
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) ha aprobado el primer programa de trabajo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), que contiene un amplio paquete de acciones orientadas a evitar o reducir los potenciales impactos y riesgos derivados del cambio climático en España.
España se enfrenta a importantes riesgos derivados del cambio climático debido a un conjunto diverso de razones. Entre ellas a su situación geográfica, en el límite entre el continente africano y europeo, a la presencia de dos archipiélagos y a la importancia para nuestra economía de sectores muy dependientes del clima como la agricultura, el turismo o el transporte.
Este programa de trabajo contiene la letra pequeña que permitirá desarrollar el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en los próximos años. En él se definen medidas concretas a aplicar en un amplio conjunto de ámbitos de trabajo, incluyendo la salud humana, el agua, el sector primario, el patrimonio natural y la biodiversidad, la ciudad, el urbanismo y la edificación, la energía, el transporte o la industria y los servicios, entre otros.
El programa es el resultado de un intenso trabajo de colaboración y tiene un marcado carácter práctico, contribuyendo al cumplimiento de uno de los compromisos acordados en la Declaración de Emergencia Climática y Ambiental: la adaptación de nuestro país a los impactos del cambio climático.
El programa establece cuáles son las organizaciones responsables o colaboradoras para el desarrollo de cada una de las medidas e incluye una serie de indicadores de cumplimiento que facilitan el seguimiento y la evaluación de las acciones llevadas a cabo. Entre las medidas recogidas se contempla la mejora de la red de observación para la predicción y vigilancia de eventos meteorológicos extremos, la reactivación del Observatorio sobre Salud y Cambio Climático o la integración del enfoque adaptativo en la planificación hidrológica o en la conservación del patrimonio natural y la biodiversidad.
También se incluyen medidas para reforzar los mecanismos de información, coordinación, asesoramiento científico, seguimiento y evaluación, que permitirán que los esfuerzos de adaptación sean socialmente más justos, territorialmente coherentes y basados en la mejor ciencia disponible.
Fuente: MITERD